Descubre cómo limpiar muebles de cuero con remedios naturales

¿Tienes muebles de cuero en casa? Entonces ya sabrás que este es uno de los materiales más duraderos y que menos esfuerzos exigen para su mantenimiento. Ahora, eso no significa que uno pueda desentenderse totalmente de estas superficies que, por otra parte, no toleran bien los productos de limpieza con componentes abrasivos o sustancias cáusticas. Por ello, te contamos cómo mantener tus muebles de cuero bien cuidados y limpios con remedios naturales que darán resultado y no dañarán tu mobiliario.

Limpieza general muebles de cuero.

Aunque los muebles de cuero no requieran de grandes atenciones, sí será conveniente no olvidarse de ellos y darles un repaso de vez en cuando. Para ello, lo primero que tendrás que hacer será retirar bien el polvo para, acto seguido, proceder a su limpieza. Una fórmula para llevarla a cabo es con un poco de jabón líquido natural. Evita cualquier exceso de agua y frota toda la superficie. No olvides secarla completamente.

Además, para que este material mantenga la apariencia del primer día, es conveniente nutrirlo de vez en cuando. Lo ideal, de hecho, es hacerlo aproximadamente una vez al mes. Una opción natural, económica y eficaz para ello será emplear crema hidratante y aplicarla sobre el mueble. De este modo, mantendrá su brillo y flexibilidad, pese al paso del tiempo.

Remedios contra las manchas.

Antes de nutrir los muebles de cuero es importante retirar cualquier mancha, para evitar que arraigue todavía más. Para ello, tienes distintas opciones naturales. Aplicar sobre la mancha un algodón impregnado de huevo batido o de cerveza puede ofrecerte una buena alternativa. Otra será el jabón natural, de nuevo, aplicado con un trapo bien escurrido.

Últimas recomendaciones para mantener los muebles de cuero.

Además de acudir a los métodos descritos, es recomendable tener en cuenta varias cosas. La primera, que el mobiliario de cuero no tolerará bien la exposición a luz directa y la proximidad a fuentes de calor. Por ello, una primera fórmula para garantizar una larga vida a los muebles de este material será no ubicarlos al sol, ni cerca de estufas o calefactores.

Por otra parte, no olvides que el agua tampoco es buena compañera de viaje de este material. Por eso, ante cualquier limpieza que vayas a realizar, extrema las precauciones. Bastará con que apliques cualquier producto con un trapo o bayeta totalmente escurridos y que te asegures de secar bien el mueble tras su limpieza.