Cinco trucos para limitar el impacto negativo de tu cuarto de baño sobre el medio ambiente

Hasta 95 litros de agua consumidos en cinco minutos de ducha, a los que se suman los que se van por el desagüe cada vez que tiramos de la cisterna; uso constante de limpiadores convencionales tóxicos para el baño que figuran a la cabeza entre los más agresivos…. Con todo esto y mucho más, el cuarto de baño tiene el dudoso honor de ser uno de los puntos del hogar que generan un mayor impacto para el medioambiente. Sin embargo, revertir esta situación o, al menos, mitigarla en lo posible, está al alcance de la mano de todos. Para ello, solo habrá que aplicar cinco sencillas medidas que harán de tu aseo un punto más verde y sostenible.

1. Limita el agua de tu cisterna.

Si el consumo de agua en la ducha te parecía especialmente alto, no lo es menos el de la cisterna. De hecho, se estima que con ese simple gesto repetido a lo largo del día se va por el desagüe un cuarto del agua consumida en el hogar.

Por ello, es importante atender al tipo de cisterna de tu baño. Si es antigua y no incorpora medidas para el ahorro de agua, puede haber llegado el momento de sopesar cambiarla por una cisterna de doble descarga o de descarga interrumpida.

En el caso de que, en este momento, no puedas asumir ese gasto, aún puedes encontrar soluciones DIY que darán resultado. Para ello, llena una botella con arena o con cualquier otra cosa que le añada peso e introdúcela en la cisterna. Así, restará espacio disponible para el agua y te ayudará a ahorrar hasta la mitad de este recurso por descarga.

2. Ojo a la ducha y a los grifos.

Como se apuntaba, cada ducha de 5 minutos se traduce en 95 litros de agua consumidos, por no hablar de la energía empleada para calentarla. Por ello, además de acortar tus duchas y de no mantener el grifo abierto más allá de lo necesario, una buena idea es limitar el agua que sale de tus grifos.

Para ello, existen muchas opciones; como los dispositivos para la reducción del caudal o los perlizadores. Los grifos con sensor de movimiento también pueden ayudar a limitar el consumo.

3. Iluminación eficiente, también en el baño.

Si, en el resto de la vivienda, apuestas ya por la iluminación más eficiente, con bombillas LED, por ejemplo, ¿por qué no replicarlo en el baño? Si lo haces, sumarás al ahorro en tus facturas y contribuirás a que tu cuarto de aseo sea más sostenible. Además, recuerda que cada vez que activas el agua caliente estás consumiendo muchísimos recursos, por lo que hacerlo con consciencia contribuirá a mitigar el impacto generado entre estas cuatro paredes de todo hogar.

4. Apuesta por la climatización eficiente.

¿Ventiladores, aires acondicionados o sistemas de calefacción en el baño? Si es el caso y, además, son equipos muy antiguos, puede haber llegado también la hora de cambiarlos por modelos eficientes energéticamente que, de nuevo, permitirán que reduzcas significativamente el consumo de energía.

5. Adiós a los limpiadores convencionales.

Que los limpiadores convencionales tienen efectos perjudiciales para el medioambiente y, según el caso, para la salud; es algo sabido. Sin embargo, no hay que olvidar esta cuestión porque, precisamente, los que se usan en el baño figuran en el podio de los más agresivos. ¿Todavía empleas limpiadores para el inodoro convencionales, desinfectantes industriales o desatascadores químicos? Pues tal vez ha llegado el momento de pensarlo dos veces, porque su coste es extremadamente alto.

Para sustituir toda esta gama de limpiadores convencionales, no dudes en echar mano del bicarbonato, el vinagre o el limón, con potencia contrastada para la limpieza y la desinfección y, además, sin impactos para tu salud y para la naturaleza.

Con todas estas medidas, aunque tu baño seguirá consumiendo multitud de recursos, será en adelante más sostenible. Además, puedes ir sumando medidas que te ayudarán a reducir todavía más el impacto, por ejemplo con la adquisición de papel higiénico o toallas respetuosas con el medioambiente, así como con el uso de jabones naturales. Otro aspecto a cuidar será lo que arrojas por el inodoro, puesto que puede generar atascos o, si se trata de productos como aceites o medicinas, acabar traduciéndose en contaminación de las aguas.