El inodoro, la tabla de cortar alimentos, el fregadero, la nevera, los suelos o los pomos de las puertas son algunos de los puntos más calientes de un hogar en lo que a proliferación de bacterias se refiere. Para contenerlas, los productos industriales no solo producen un importante impacto ambiental, sino que no suelen ser eficaces. Por ello, la desinfección a base de remedios naturales es una alternativa para cualquier rincón de la vivienda, incluso aquellos en los que los gérmenes proliferan a sus anchas.

Productos naturales imprescindibles para la desinfección.

Mientras los desinfectantes comerciales pueden contribuir, más que a acabar con los gérmenes, a fomentar su desarrollo, hay cuatro productos naturales que serán letales frente a los microorganismos.

• Aceite de árbol de té o de lavanda En ambos productos encontrarás una solución adecuada para la desinfección, por sus propiedades antibacterianas y antisépticas. Además de combatir cualquier mal olor en tu vivienda, estos aceites te ayudarán con la desinfección del hogar. Además, en el caso del árbol de té, será un aliado frente a los hongos, que aparecen en cualquier rincón especialmente húmedo de una vivienda.
• Bicarbonato. Entre las mil y una utilidades del bicarbonato, no podía faltar la desinfección del hogar. De hecho, su aplicación favorecerá la eliminación de bacterias y de hongos, además de ayudarte también a prevenir malos olores.
• Vinagre blancoLas propiedades antibacterianas y antifúngicas del vinagre blanco son ampliamente conocidas, por lo que no se puede pensar en la desinfección natural de una vivienda sin echar mano de este producto. Solo o mezclado con otras sustancias, será un as en la manga para limpiar y desinfectar superficies como suelos o ventanas, que figuran entre zonas del hogar con mayor presencia de microorganismos.
• Zumo de limón El zumo de limón encabeza también la lista de productos caseros y naturales que te permitirán desinfectar tu vivienda. En su nivel de acidez está su secreto para eliminar buena parte de los gérmenes y para, al mismo tiempo, aromatizar cualquier espacio de manera natural.

¿Cómo utilizar los desinfectantes naturales?

El juego que ofrecen estos cuatro productos es muy amplio: puedes emplearlos solos, rebajados con agua, mezclados entre sí para crear un desinfectante más potente, etc. A continuación, te contamos algunas alternativas.

• Aceite de lavanda o de árbol de té reducidos con agua. Una alternativa será verter unas gotas de aceite esencial en agua, introducir la mezcla en una botella tipo espray y rociarla sobre la zona a desinfectar. Si además incorporas vinagre blanco, obtendrás un producto más potente para deshacerte del moho y otros organismos.
• Desinfecta con bicarbonato, limón y vinagre. Una masa elaborada a base de bicarbonato y un poco de vinagre y limón, de forma que no quede excesivamente líquida, será una solución para la desinfección de casi cualquier superficie. Otra posibilidad que ofrece muy buenos resultados, por ejemplo para limpiar la tabla para cortar la comida o para el fregadero, será cortar un trozo de limón, espolvorear sobre él bicarbonato y utilizarlo directamente para limpiar la superficie que se quiera. Con esto se evitará además el uso de estropajos o bayetas, en los que se suelen acumular multitud de bacterias.
• Vinagre con agua. Una mezcla de vinagre y agua a partes iguales ofrecerá una solución para desinfectar prácticamente cualquier superficie, a excepción de las que estén acabadas en mármol. Sobre ellas, el vinagre y el limón pueden tener efectos contraproducentes por su nivel de acidez.
• Desinfectante natural con vinagre, limón y aceite de árbol de té. Con las propiedades que tienen estos productos, un desinfectante natural a base de los mismos será un potente aliado contra las bacterias. Así, mezcla agua con vinagre y añade alrededor de seis cucharadas de zumo de limón y una treintena de gotas de aceite de árbol de té. Introduce la mezcla en una botella tipo espray y utilízala en cualquier superficie que quieras desinfectar.

Estas alternativas te permitirán contar con una vivienda más saludable sin necesidad de echar mano de productos de limpieza desinfectantes y antibacterianos que, además de más caros y menos sostenibles que estas soluciones, figuran en el ranking de los productos para la limpieza a evitar por su acto impacto ambiental y sus resultados desiguales.