Soluciones naturales para desatascar los desagües sin impacto para el medioambiente

Si hubiera que determinar qué producto de limpieza convencional es más contaminante, los desatascadores estarían, sin duda, en los puestos de cabeza. ¿Qué hacer entonces con ese desagüe por el que ha dejado de correr el agua? La buena noticia es que se puede hacer y mucho, puesto que existen multitud de alternativas no dañinas para el medioambiente que, bien empleadas, se convertirán en potentes desatascadores naturales. Te las contamos.

Desatascadores sostenibles de uso habitual.

Preparar tu propio producto desatascador para uso habitual, siempre que la situación de atasco de la cañería no sea extrema, será sencillo, rápido y, sobre todo, sostenible y eficaz. Pero antes de ponerte a ello, en todos los casos hay algo que no debes omitir: usa primero un desatascador manual y opera con él en la zona afectada.

Con esto, ya podrás pasar al siguiente paso para combatir este problema habitual en toda vivienda. Para ello, tienes varias opciones, por lo que puedes optar por la que más te motive o combinarlas hasta que des con la que mejor respuesta te ofrece.

Como ocurre casi siempre en la limpieza ecológica del hogar, el vinagre, el bicarbonato y la sal serán los principales componentes de tu desatascador casero. Ahí van varias alternativas:

  • ¿Agua de cocer patatas?: Sí, has leído bien. Si has puesto a hervir unas patatas (o si lo haces a propósito para este fin), emplea el agua que has utilizado para desatascar el desagüe. Simplemente tendrás que verterla en él y esperar a que actúe.
  • Sal, bicarbonato y agua: Con dos potentes agentes para la limpieza casera, muy a mano además en cualquier hogar, puedes encontrar una alternativa para desatascar tus tuberías. Para ello, tendrás que echar en la zona unas cuatro cucharadas de sal y, justo después, otras tantas de bicarbonato. A continuación, verte despacio agua hirviendo y da un margen de tiempo para que actúe sobre las cañerías.
  • Vinagre: El vinagre te ofrece varias opciones para luchar contra el atranque. Puedes probar echando en el desagüe un vaso de vinagre con una cucharada de sal o, alternativamente, hirviendo un litro de vinagre que, acto seguido, tendrás que verter lentamente en la zona atascada. Es importante que dejes pasar varias horas antes de utilizar el lavabo o el fregadero en el que hayas aplicado esta solución.

Soluciones naturales contra atascos severos.

Si todo lo anterior no te ha dado resultado, será el momento de dar un paso más y probar con desatascadores caseros aún más potentes. Entre ellos, puedes aplicar los siguientes:

  • Sal, bicarbonato y vinagre: La combinación resultará muy útil para que el agua vuelva a correr por el desagüe. Para ello, arroja primero un vaso de sal. A continuación haz lo propio con otro de bicarbonato y, luego, con dos de vinagre blanco. Espera varios minutos (o incluso horas si la situación es extrema) y, con suavidad, empieza a verter agua hirviendo.
  • Sosa cáustica: También puede resultar un alivio cuando la situación es tal que ningún otro remedio ha funcionado. Para aplicar esta solución no olvides usar guantes y mascarilla. Otra precaución: ojo con abusar de la sosa cáustica, en cantidad y en repetición del proceso, porque puede acabar dañando las cañerías. Por ello, esta alternativa tendrá que limitarse a los atascos más desesperados. Llegado el caso, aplica como máximo una tacita de este producto y añade después agua hirviendo en gran cantidad. Tras probar con esta opción, dale un tiempo para que actúe.

Además de todo lo anterior, recuerda que, como casi siempre, la prevención ayuda. Por ello, si no quieres que tu fregadero o tu lavabo lleguen a ese punto crítico de ‘atasco total’, apuesta por la limpieza habitual de estos espacios. Su mantenimiento será simple. Solo tendrás que verter sal y agua muy caliente de manera periódica. Con ello, será más sencillo evitar los atascos y mantener lejos de tu hogar productos desatascadores industriales que, al final, acaban impactando en el ecosistema.