(Español) El peligro de las bacterias que contienen las esponjas de cocina
Más de 50 mil millones de microorganismos: si hay un objeto sucio de verdad en la casa, esa ¡es la esponja de cocina! Y no basta con esterilizarla o desinfectarla con todos los remedios mágicos de la abuela: las bacterias no huyen, sino que se vuelven más fuertes y numerosas que antes.
Así que, entre los objetos más sucios de nuestra cocina, el número uno de los infectados es ese accesorio que usamos por la mañana, al mediodía y por la noche para lavar los platos en los que comemos. Es espeluznante.
Según un nuevo estudio de Scientific Reports y publicado en Science, en resumen, un ejército de más de 50.000 millones de microorganismos invade cada centímetro cúbico de tu esponja. Sería, aproximadamente, un número igual a siete veces el de las personas que viven en la Tierra. Y no sólo eso: más de 50 mil millones de microorganismos significa que estás más cerca de la basura que de un objeto de limpieza.
Esta población de microorganismos fue estudiada por un grupo de investigadores alemanes que alineó el ADN microbiano de 14 esponjas ya usadas y descubrió que entre los miles de millones de bacterias alojadas también hay conjuntivas y similares a las que causan neumonía y meningitis.
Sylvia Schnell, de la Universidad de Giessen, y Markus Egert, de la Universidad de Furtwangen, que coordinaron los análisis, llegaron a la conclusión de que las esponjas utilizadas para lavar los platos actúan tanto como “almacenes” de microorganismos como “diseminadores” de bacterias en otras superficies, con la posibilidad muy evidente de contaminar nuestras manos y, en consecuencia, los alimentos que manipulamos en la cocina. Además, el mal olor que a menudo desprenden las esponjas se debe a una bacteria en particular, la Moraxella osloensis, que además del desagradable olor, puede causar infecciones en aquellos que tienen un sistema inmunológico más débil.
¿Qué hay de la esterilización? Según los investigadores, no sirve de nada: en los experimentos, ni el hervor ni el microondas han exterminado esos microorganismos. Por el contrario, las esponjas desinfectadas retenían un mayor porcentaje de bacterias que las esponjas que nunca se habían limpiado, porque las bacterias que causan enfermedades serían más resistentes y por lo tanto más capaces de colonizar áreas limpias de nuevo, y muy rápidamente.