(Español) Cómo limpiar un sofá de cuero: consejos prácticos y métodos naturales
Una mancha de café, un bolígrafo o un rastro de suciedad: ¿cómo puedes limpiar tus sofás de cuero, bolsos o zapatos favoritos sin dañarlos? Prueba uno de estos métodos, infalibles y totalmente naturales.
Cuando hablamos de la limpieza casera, una de las cuestiones más difíciles de tratar es la limpieza del cuero como los sofás.
Cualquier artículo de cuero, ya sea un sofá, una prenda de vestir, un par de zapatos, un bolso o la tapicería de un coche, debe limpiarse regularmente para evitar que su aspecto se deteriore con el tiempo.
Al ser un tejido natural, la piel también necesita ser limpiada, nutrida y “mimada” con productos específicos.
Hoy intentaremos aprender algún remedio natural para limpiar la piel del sofá en particular de una manera ecológica, sencilla y sin daños.
Cómo limpiar un sofá de cuero: ¿Qué necesitamos?
Todo lo que necesitas para limpiar la piel sin esfuerzo es:
- Un cepillo para prendas de cuero.
- Leche desnatada.
- Goma de borrar.
- Vinagre de vino blanco.
- Jabón neutro.
- Agua.
Cómo limpiar un sofá de cuero: ¿Cómo?
Primero, asegúrate de que tu prenda u objeto está hecho de auténtico cuero y no de cuero artificial o un material similar que pueda necesitar un tratamiento diferentes.
Luego cepilla cuidadosamente para eliminar cualquier rastro de polvo o suciedad sobre la superficie. Para sofás y sillones, usa una aspiradora, mejor con cepillo.
Moja un bastoncillo de algodón en leche desnatada y aplica suavemente sobre toda la superficie. Desde la primera mano obtendrás un efecto muy efectivo. Recuerda que la leche fría también es el mejor método para eliminar rastros de maquillaje.
Para los restos de suciedad y polvo que tienden a acumularse en los sofás y sillones, antes de proceder al tratamiento elegido, deja actuar polvo de bicarbonato durante unos minutos directamente sobre la zona a tratar y retíralo suavemente con un paño de microfibra.
Cómo tratar las manchas más difíciles en los sofás de cuero.
En caso de manchas persistentes, actúa sobre ellas con la ayuda de una goma de borrar, frotando suavemente sobre la mancha y frotando con con un paño de microfibra una vez retirada.
Si la suciedad es particularmente resistente a los tratamientos anteriores, preparar una solución de agua tibia y jabón neutro y proceder a una limpieza más profunda con la ayuda de una esponja. Enjuaga bien y seca con un paño suave.
Si la mancha sigue allí a pesar de tus esfuerzos y numerosos intentos, deja actuar unas gotas de vinagre durante unos minutos y enjuaga inmediatamente. Para tu seguridad, primero prueba el tratamiento en una parte no visible.
Estos son sólo algunos de los “trucos de la abuela” más efectivos para limpiar la piel 😉