(Español) Ideas para que tu cocina sea más sostenible
La transición hacia un modo de vida menos perjudicial para el medioambiente no es solo cosa de administraciones, empresas y colectivos. Pasa también por uno mismo. Aunque son muchos los pasos que se pueden dar en este camino, empezar por la propia vivienda es uno de los más eficaces. Solo como ejemplo, de ellas procede hasta el 40% de la energía que se consume en Europa. Y un buen pellizco se lo lleva la cocina donde, además, se suma el consumo desmedido de agua y el uso de limpiadores industriales que ocasionan perjuicios al medio y a la propia salud. Por ello, para que impulses el cambio en este rincón del hogar, te aportamos algunas ideas para que tu cocina sea más sostenible y lidere la transformación de tu vivienda y de tu modo de vida.
Cocina eco-friendly, ¿por dónde empezar?
Las medidas que se pueden adoptar para que una cocina al uso se convierta en una cocina eco-friendly son muy variadas y van desde las más simples, hasta las más complejas. Con cualquiera de ellas se lograrán avances de consideración, aunque estos tendrán un mayor impacto cuantas más transformaciones se promuevan. Estas pueden ir desde algo tan sencillo como dejar de utilizar servilletas de papel, hasta remodelaciones de fondo para reforzar el aislamiento térmico.
Trucos de bajo coste (o nulo) para una cocina sostenible.
Dentro de las acciones que se pueden adoptar, hay al menos siete que están al alcance de cualquiera por su nulo o bajo coste. Son las siguientes:
- Organización y reducción del volumen de residuos. Prescindir de todo aquello que no sea necesario, además de sustituir los recipientes de plástico o de cartón por otros que sean duraderos y sostenibles son los primeros pasos hacia una cocina más respetuosa con el medio ambiente.
- Veto a servilletas de papel y plásticos de un solo uso. Si eres de los que recurre a las servilletas de papel y a vasos o platos de plástico, por ejemplo, es momento de dejarlos de lado para siempre y pasarse a las clásicas servilletas de tela y a utensilios de cocina que no sean de usar y tirar.
- Hacer compost. Una manera de aminorar la basura que se genera en el hogar, que permitirá además aprovechar parte de ella para nutrir el jardín, el huerto o las plantas del balcón, será convertir los residuos orgánicos en compost. Si optas por esta vía, no olvides que no todo cabe para el compostaje.
- Pasarse a la iluminación LED. Es otra medida muy sencilla y económica que permitirá reducir el consumo de energía tanto en la cocina como en cualquier otro rincón de una vivienda.
- Realizar un consumo de agua responsable. Aunque el cuarto de baño es la estancia de una vivienda en la que más agua se consume, en las cocinas tampoco hay que descuidarse. Para avanzar en este punto se pueden sustituir los grifos por modelos que controlen el flujo de agua o que incorporen sensores de movimiento. Otra alternativa para quienes cuentan con lavavajillas es darle uso. Así, estudios como este del Canal de Isabel II sostienen que lavar los platos en el lavavajillas supone un ahorro del 9% del consumo total de agua de una vivienda. Sin embargo, si se opta por el lavado a mano, también ayudará servirse de un recipiente lleno de agua, en vez de dejar que esta corra durante todo el lavado.
- Pasarse a la limpieza ecológica. Desatascadores, desengrasantes, desinfectantes como la lejía… son algunos de los productos de limpieza convencionales que se suelen utilizar en una cocina. Pese a la frecuencia con la que se emplean, su impacto para el medioambiente y para la salud está ahí. Por ello, dejar de acudir a estos productos y sustituirlos por alternativas sostenibles es un paso que, no solo ayudará a contar con una cocina más sostenible, sino que permitirá ahorrar.
- Precauciones para contener el consumo de energía. Aunque con esta medida se da el salto de las de bajo coste, a las de medio o alto, todavía es posible reducir el consumo de energía de la cocina con pequeños trucos del día a día. Así, por ejemplo, acciones sencillas como abrir lo menos posible el frigorífico o el horno, cuando este está en funcionamiento, además de no introducir alimentos calientes en la nevera, ayudarán a consumir menos. Lo mismo sucederá si, cada vez que se activa el horno, se aprovecha para cocinar el mayor número de alimentos posible. Que este electrodoméstico esté limpio es otra recomendación en este campo, en el que también ayudará tapar las ollas cuando se está cocinando, o apostar por la olla exprés.
Medidas de impacto para una cocina eco-friendly.
Si se adoptan las medidas enumeradas hasta ahora, la cocina habrá cambiado un mundo. Sin embargo, esta seguirá impactando sobre el medioambiente. Por ello, todavía hay al menos otras tres vías para lograr una cocina más sostenible aunque, ahora sí, la inversión necesaria será superior.
- Electrodomésticos eficientes energéticamente. Aunque ya hemos compartido algunos trucos para que los electrodomésticos de la cocina consuman menos, lo cierto es que los beneficios de esta medida serán mínimos en comparación con los que aporta la sustitución de los viejos equipos por otros eficientes desde el punto de vista energético. Con el frigorífico como el electrodoméstico que más consume del hogar, con hasta el 30% de la energía total, y el horno como el cuarto que más energía demanda, optar por modelos más eficientes impactará en el consumo y en las facturas.
- Aislamiento térmico. Esta medida da un paso más en la búsqueda de la sostenibilidad en la cocina y, en general, en todo el hogar, puesto que sus beneficios se extienden a su conjunto. Y es que la refrigeración y la calefacción de una vivienda se llevan un buen pellizco del consumo energético. Por ello, cualquier actuación que mejore el aislamiento térmico reducirá las necesidades de climatización.
- Remodelación completa. Un último paso pasaría por la remodelación de la cocina para asegurarse de que todos los materiales que en ella están presentes son naturales y sustentables. Esto abarcaría el mobiliario, en el que deberían predominar materiales como la madera, el bambú o el corcho, así como el suelo y las propias paredes. En ellas, la pintura debería estar libre de compuestos orgánicos volátiles. Con esta última alternativa, junto con las anteriores, cualquier cocina sería un ejemplo de transición.