(Español) Cinco cosas que no deberías meter en el lavavajillas
La presencia de los lavavajillas se extiende a cada vez más hogares. Y es que este electrodoméstico no solo se traduce en un ahorro de tiempo (y de esfuerzo) respecto al lavado a mano, sino que favorece un menor uso de agua. De hecho, hay estudios que sitúan en el 9% el ahorro del consumo total de agua en el hogar cuando se opta por lavar los platos a máquina. Sin embargo, los adeptos a estos equipos no deberían dejar de remangarse y acudir al lavado a mano en determinadas ocasiones, puesto que no todo cabe en ellos. Te desvelamos las cinco cosas que no deberías meter en el lavavajillas si quieres alargar la vida útil de tus utensilios.
1. Artículos de vidrio y porcelana con decoración.
Si por casa ronda alguna pieza cerámica que ha estado siempre en la familia, una copa de vidrio o cualquier utensilio delicado que cuente además con decoración, meterlos en el lavavajillas puede no ser la mejor idea. Con la exposición al agua caliente y a ciclos de lavado largos y potentes, las papeletas para que estos artículos resulten dañados no son pocas. Ante este tipo de objetos, la alternativa más segura pasa por el lavado a mano con agua templada y con productos de limpieza que no sean agresivos.
2. Cuchillos profesionales.
En prácticamente cualquier vivienda hay algún cuchillo que parece cortar solo con mirarlo. Si cuentas con alguno de uso profesional o especialmente afilado, olvídate de meterlo en el lavavajillas, salvo que te importe poco que la hoja se dañe y deje de estar afilada. Asimismo, si el mango del cuchillo es de madera, ahí tendrás otra razón para inclinarte por su lavado a mano, puesto que este material no resiste bien ni los lavados prolongados ni las altas temperaturas.
3. Tablas y menaje de madera.
En sintonía con lo anterior, las tablas de madera y otros utensilios de cocina fabricados en este material, como por ejemplo las cucharas, no deberían tener hueco en tu lavavajillas. En él, corren severos riesgos de acabar deformándose y perdiendo color, entre otros potenciales daños. Una alternativa muy eficaz para limpiar y desinfectar la madera será aplicarle limón junto con otro clásico de la limpieza sostenible, el bicarbonato. Posteriormente, es importante que estos utensilios se sequen bien, puesto que la humedad juega en contra de su durabilidad.
4. Ollas antiadherentes.
Sartenes antiadherentes y ollas con estas propiedades tampoco harán buenas migas con el lavavajillas. Aunque pueden estar hechas de muchos materiales, el teflón es uno de los más comunes y de los que más se pueden resentir del lavado a máquina. Así, en estos casos habrá que optar por el método tradicional a no ser que se quiera contribuir al desgaste de este tipo de utensilios que, así, perderán las propiedades para las que fueron pensados y adquiridos.
5. Artículos de vajilla en piedra.
Si, en algún momento, te has dejado llevar por las modas y te has dotado de una vajilla de piedra o de cualquier otro utensilio fabricado con este tipo de material, el lavavajillas tampoco resultará la opción más adecuada, en especial ante objetos de alta porosidad. Un enjuague en agua tibia (si está caliente, es probable que el utensilio se dañe) y un repaso con una esponja serán la mejor alternativa para garantizar el buen estado de estos productos.