(Español) Trucos caseros para limpiar manchas difíciles
Seguro que has experimentado ese momento en el que una (o varias) gotas de aceite saltan sin piedad hacia tu ropa, o en el que ese café de la mañana o esa copa de vino se te agrían tras verter parte de ellas sobre tus prendas. ¿Hay remedios contra este tipo de manchas? Y, si los hay, ¿cuáles son y cómo aplicarlos? Tiramos de sabiduría popular y te contamos cómo combatir manchas difíciles con remedios eficaces y más sostenibles que los detergentes habituales.
- Manchas de aceite.
Estas manchas, de las más comunes y de las más temidas por su resistencia a desaparecer, pueden combatirse siempre que se actúe rápido. Así, tan pronto como te caiga el aceite, esparce sobre la mancha polvos de talco y deja que actúen durante un par de horas, tras la que todo resto debe haber desaparecido de tu ropa.
- Manchas de café.
Si, mientras tomabas tu café, se ha vertido alguna gota sobre tu ropa, tienes varias opciones para que la mancha desaparezca. Puedes usar alcohol mezclado con zumo de limón, cítrico con multitud de utilidades; o el mismo producto, pero combinado con sal. También se puede optar por mezclas de vinagre con alcohol o de agua caliente con jabón de Marsella. Tras dejar que actúen, frota y enjuaga la prenda.
- Manchas de chocolate y barro.
Aunque el origen de estas manchas es muy diferente, para ambas funcionará el mismo truco: una mezcla casera de amoniaco reducido en agua con una pizca de sal. Este producto deberá aplicarse sobre los restos de chocolate o de barro, que habrá que frotar para que la mancha vaya desapareciendo.
- Manchas de fruta.
Las manchas de fruta, por ejemplo de frutos rojos como arándanos o uvas, son costosas de limpiar. Un truco para desprenderse de ellas es empaparlas de sal y limón y dejar que actúe durante horas. También se puede sustituir esta mezcla por jabón de Marsella, si la mancha es fresca, o por leche mezclada con agua.
- Manchas (y olor) de gasolina.
El vinagre o el bicarbonato serán dos aliados clave para desprenderse de cualquier mancha de combustible que haya caído sobre la ropa (y de su mal olor). Tras secar parte de la mancha con un papel, conviene introducir la prenda en agua con una taza de vinagre y dos cucharadas de bicarbonato y dejar que actúe durante varias horas. Posteriormente, se enjuagará y secará bien.
- Manchas de hierba.
¿Quién no se ha sentado sobre la hierba o ha pasado un rato jugando en ella y ha vuelto con los pantalones llenos de restos verdes? Para solventar esta situación, introduce la prenda en agua bien caliente durante al menos una hora. Acto seguido, enjuaga la ropa que se hubiera manchado. También se puede optar por mezclar el agua con zumo de limón y dejar que actúe varias horas
- Manchas de óxido.
Sal y zumo de limón será todo lo que hará falta para combatir los restos de óxido sobre la ropa. Una vez esparcida la mezcla sobre la mancha, habrá que dejar que se seque a la luz del sol. Pasadas unas horas, lava la prenda normalmente y, una vez la saques de la lavadora, debería todo resto de óxido debería haber desaparecido.
- Manchas de sangre.
De nuevo, actuar lo antes posible será parte de la clave del éxito para eliminar los restos de sangre que, en este caso, solo necesitarán agua en abundancia. Es muy importante que esté fría puesto que, aunque de entrada puede parecer que el agua caliente es más eficaz, en realidad con ella solo conseguirás que la sangre se adhiera todavía más al tejido.
- Manchas de sudor.
No tan difíciles de limpiar como otras, pero realmente antiestéticas y frecuentes. Para combatirlas se puede optar por verter sobre ellas vinagre, amoníaco rebajado con agua o una mezcla de bicarbonato y zumo de limón. Una vez aplicado el producto, se debe frotar la ropa y limpiarla después con jabón de Marsella.
- Manchas de vino.
Si mientras bebías una copa de vino se te ha caído parte sobre la ropa echa sal sobre la mancha y enjuágala en agua caliente. Eso sí, actúa rápido porque, en ese caso, la sal absorberá el vino. Es conveniente que el producto actúe al menos durante treinta minutos y que, acto seguido, se cepille la mancha.
Con estos trucos ya tienes opciones para luchar contra algunas de las manchas más difíciles y para hacerlo con remedios caseros que son mucho más sostenibles que los detergentes industriales, además de más económicos. Asimismo, entre las ventajas de emplear estos productos figuran sus buenos resultados para la limpieza, que han generalizado el uso del zumo de limón, el bicarbonato o el vinagre.