(Español) Descubre si cometes alguno de los cuatro errores más habituales al hacer la colada
¿Cuántas lavadoras has podido poner a lo largo de tu vida? Difícil calcularlo, ¿verdad? Pero seguro que muchas. Sin embargo, eso de que la experiencia es un grado puede no eximirte de estar cayendo en alguno de los cuatro errores más habituales al hacer la colada.
1. Excesos de detergente.
El mito de que, a más detergente, ropa más limpia, parece bastante extendido y, la verdad, es que no es cierto. Así lo sostiene Allan Feldman, propietario de una lavandería en West Virginia, en Estados Unidos, quien no duda en que este es el error más frecuente que ha podido apreciar en su día a día laboral.
“Cuanto más sucia está la ropa, más detergente emplean”, sostiene sobre sus clientes. Y esto, asegura en declaraciones a Mother Nature Network, lo que conlleva es que las prendas terminen por no enjuagarse bien y, con ello, por no quedar limpias. Así, Feldman recomienda que se sigan las indicaciones de dosificación de estos productos para un mejor resultado y para un menor gasto en detergente. Además, no hay que olvidar el impacto medioambiental de muchos de ellos. Por ello, vale la pena controlar los excesos e, incluso, buscar alternativas caseras para una limpieza ecológica.
2. Exceso de lavados.
¿Te pones un pantalón vaquero y, tras un uso, lo metes en la lavadora? Si es así, estarás cayendo en otro error muy común: el exceso de limpieza. Y el asunto, no es menor: más detergente, más gasto de agua y electricidad y, con ello, más costes para el medioambiente.
Salvo si se trata de ropa interior o de prendas realmente sucias, el usar y lavar no será ni necesario ni la fórmula más adecuada. De hecho, el responsable de prendas masculinas en Bergdorf Goodman, Bruce Pask, asegura en declaraciones a The New York Times que los pantalones pueden aguantar todo un verano con un par de lavados y otro más, antes de guardarlos en el armario hasta la siguiente temporada estival. Sea su recomendación más o menos exagerada, lo cierto es que lavar un pantalón, una falda o un jersey cada vez que uno se lo pone es pecar de exceso de limpieza y de consumo excesivo de recursos. Además, tus prendas agradecerán un suspiro.
3. Prendas delicadas, a máquina y no a mano.
Lamémosle pereza, falta de tiempo, descuido… pero, ¿cuántas veces se te ha podido deslizar en la lavadora una prenda que, claramente, se debe lavar a mano? En una, dos o incluso tres ocasiones puedes tener suerte y que no ocurra nada; pero el riesgo de que tu prenda resulte dañada tras un ciclo en la lavadora, está ahí.
Aunque lo más adecuado es el lavado a mano con agua fría, quienes, aún así, sigan optando por la lavadora para la ropa delicada, deberían al menos asegurarse de que seleccionan el programa para prendas delicadas y de la temperatura del agua, que variará según el tipo de tejido.
Optar por introducir la prenda en el tambor recubierta por alguna otra o dentro de una bolsa que la proteja puede contener los daños, como lo hará olvidarse por completo de la secadora para la ropa delicada.
4. Secadoras a reventar y no lo suficientemente limpias.
Aunque los que tiendan sus prendas al sol se librarán de este error frecuente, aquellos que vivan en zonas más húmedas y opten por usar la secadora pueden estar entre los muchos que lo cometen. Llenar este electrodoméstico hasta los topes no te ayudará a acabar antes la colada, sino que tendrá exactamente el efecto contrario. Para que la ropa se seque y lo haga en el menor tiempo posible, necesita su espacio y que el aire fluya.
Por otra parte, lo que también necesita la secadora para cumplir eficazmente con su función es algo que también se olvida con frecuencia: retirar la pelusa, si es posible tras cada uso.