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¿Cómo laváis vuestros bañadores? Hoy aprenderemos los errores que puedes estar cometiendo y como evitarlos para encontrarlos intactos el año que viene.

Rojo, blanco, a lunares, rayas, de algodón, lycra o nylon. De una o dos piezas, un bañador que nos quede como un guante es obligatorio en las vacaciones de verano y elegir uno adecuado para nosotros y que se adapte a nuestro cuerpo es fundamental. Además de lavarlo bien y mantenerlo bien conservado de cara al próximo año. Pero, ¿cómo lavar los bañadores para que permanezcan en perfecto estado de año en año?

Antes de hablar de lavados, tenemos que tener en cuenta que los bañadores se tienen que enjuagar al menos cada vez que los uses, independientemente que el baño haya sido en el mar o en la piscina. Un poco de agua eliminará los rastros de sal, arena o cloro, algo fundamental para mantenerlo como nuevo.

Pero, como toda la ropa, los bañadores deben lavarse a fondo con cierta frecuencia, teniendo en cuenta que normalmente están hechos de nylon o lycra, delicados para ciertos detergentes o al calor. Por ello siempre es recomendable usar detergentes ecológicos y así llevar a cabo una limpieza sostenible y responsable con tu salud y el medio ambiente.

Cómo lavar tu bañador.

Veamos algunos consejos prácticos para limpiar tu bañador sin estropearlo.

1. Evita la lavadora, mejor lavar a mano. Ya que los materiales con los que están fabricados suelen ser delicados, a los bañadores no les gusta mucho la lavadora (si eliges este tipo de lavado, lee siempre las etiquetas primero y pon el bañador dentro de una bolsa de ropa interior). Aunque siempre es mejor un lavado a mano que una a máquina, conservará mejor esta prenda.

2. Deja tu bañador en remojo en agua tibia con una cucharada de bicarbonato durante unos veinte minutos. Esto ablandará la suciedad y la eliminará.

3. Jabón de Marsella y vinagre. Limpiadores multiusos que para este caso son muy efectivos. Después de remojarlo, basta con frotar las zonas más sucias con jabón de Marsella y luego enjuagar con agua fría y vinagre que, además de ser un excelente desinfectante y suavizante, servirá para revitalizar los colores y conservar el elástico (más propenso al desgaste).

Si tu bañador está lleno de arena fina, un método infalible puede ser la aspiradora. Después de aspirarlo puedes proceder con el lavado normal.

Si vas a la piscina, recuerda que los bañadores blancos son particularmente sensibles al cloro y se vuelven fácilmente amarillos. Así que de forma general, antes de volver a casa es bueno enjuagar el bañador con agua del grifo. Después, ya en casa, lávalo a mano con un detergente suave o jabón de Marsella.