Qué contienen los productos de limpieza convencionales y como sustituirlos por alternativas amables con el medio ambiente

La mayoría de los productos de limpieza que se utilizan en el hogar contienen ingredientes capaces de dañar ecosistemas e incluso la salud de los seres humanos. Ante el dilema de seguir con el uso de sustancias potencialmente nocivas existen alternativas que son más amables con el medio ambiente y que sirven para elaborar mezclas que ayuden en la limpieza de manera segura, con eficacia y económicos.

Por si acaso quedara alguna duda sobre los riesgos que se corren con algunos productos de limpieza, agencias que vigilan la protección medioambiental tales como la EPA (Environmental Protection Agency de Estados Unidos) cuentan en sus archivos un listado de productos, químicos y riesgos, así como alternativas con ingredientes más seguros con una lista de sustancias químicas más seguras.

Sin embargo, se puede ir más allá en el uso de sustancias ‘eco amables’ y realizar los propios productos que ayuden a mantener el hogar limpio, al tiempo que se ahorra.

Productos más y su sustitución.

Los productos de limpieza más comunes en el hogar son los detergentes, entre los que se destacan los lavavajillas, éstos suelen contener sustancias llamadas ‘ftalatos’ productos que se utilizan tanto en la edificación como en alambres, incluso en medicina y que en ocasiones se camuflan bajo la denominación de “fragancias”, estas sustancias pueden llegar a alterar funciones endocrinas en casos extremos.

Una alternativa es utilizar productos libres de fragancias, o bien los que se encuentren con todos los ingredientes biológicos.

Otros conocidos en el hogar son la lejía y los blanqueadores, aunque hay que recordar que el cloro que suelen contener no es bueno en exceso, así como lo es sin protección adecuada. Es cierto que funcionan a la perfección para desinfectar, lamentablemente pueden acarrear consecuencias como la inflamación de vías respiratorias entre otros trastornos. No es de extrañarse que éste se pueda catalogar como uno de los que más alto riesgo tienen para la salud en el hogar.

Aunque a pesar del mal augurio contamos con alternativas al uso de productos con cloro, se puede utilizar vinagre blanco y agua oxigenada, ambos son desinfectantes, en cuanto a los productos que blanquean, una mezcla de limón, vinagre y bicarbonato de sodio proporciona una estupenda salida.

Una tercera vía de sustancias químicas como el butoxyethanol, en casos extremos puede provocar irritación de la nariz, ojos o dolor de cabeza por ejemplo. Aunque tiene posibilidades de biodegradarse rápido en agua y no se considera muy tóxico para crustáceos, peces y el zooplancton.

La alternativa para el uso de productos con butoxyethanol es sencilla, usar vinagre diluido en agua y papel de periódico en lugar de usar un trapo.

Hay infinidad de pequeños remedios caseros y económicos que pueden ayudarnos a cuidar nuestra salud y el medio ambiente, el usarlos ya es opcional.